Hace 21 años, en la ciudad de Esquel, provincia de Chubut, aconteció un hecho trascendental para la lucha por la vida y el territorio en Argentina. El 23 de marzo de 2003 se convocó a un plebiscito para decidir la instalación de un proyecto megaminero que afectaba el territorio y los bienes naturales de la región.
Se llevó a cabo luego de una larga lucha por parte de los vecinos, nucleados en la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina, después del avance del proyecto minero Cordón de Esquel para explotar oro y otros metales con separación mediante el método de lixiviación con cianuro, que la empresa transnacional Meridian Gold planeaba realizar en los cerros próximos a la localidad. Esta acción extractivista estuvo a punto de ser aprobada por el gobierno provincial y contaba con un alto grado de apoyo del empresariado y del poder político.
El resultado del plebiscito fue contundente: habiendo votado el 75 % de los empadronados, más del 81 % de los votantes le dijo NO a la mina. La determinación inquebrantable del pueblo, en ejercicio del derecho a la participación ciudadana por el que decidió su futuro, rechazó -e impidió- dicha actividad extractiva que implica saqueo y contaminación de la naturaleza.
En el año 2021 el gobierno provincial intentó autorizar nuevamente la explotación minera en ciertos sectores de la provincia, pero el pueblo de Chubut, unido y decidido a seguir cuidando los bienes naturales de la zona, salió a las calles y nuevamente impidió que se habilite la megaminería en la provincia.