El ciclo de vida que se renueva

Junio es un mes de celebraciones importantes para los Pueblos Indígenas, trae renovación, esperanza y vida.

En los Andes se conmemora el Inti Raymi,  entre el 21 y 24 de junio, una ceremonia en honor de Inti, el sol dador de la vida para los Pueblos Quechua, Aymara y Huarpe. Por su parte, el We Tripantu, es una celebración de los Pueblos Mapuche y Rankel que tiene lugar el 24 de junio y, al igual que en el mundo Andino, marca el inicio de un nuevo ciclo, el del retorno del sol.

Los Pueblos Indígenas agradecen y festejan el nuevo ciclo de la naturaleza. Foto: Patrimonio Cultural.

El We Tripantu o Wüñol Tripantü se realiza en el solsticio de invierno austral, entre el 21 y el 24 de junio, para recibir al año nuevo. Es un día de celebración ya que es el más corto del año y corresponde al comienzo de los días cada vez más largos, hasta el solsticio de verano, y el renacer de la naturaleza tras el invierno al que se entra.

Esta fecha viene anunciando la llegada de un nuevo ciclo de la naturaleza, del universo y de las energías de las personas. Se renueva la relación con la Ñuke Mapu (tierra), con el Antv (sol), con la familia, su cultura, sus tradiciones, su historia.

En esta fiesta, las Comunidades Indígenas convocadas desde los cuatro puntos cardinales para reunirse en sentimiento fraterno, no solo entre ellos sino también con sus ancestros y las Entidades Superiores, en la noche que comienza el ciclo que antecede el de los brotes, la vida nueva en la Ñuke Mapu, la Madre Tierra, que renace con las lluvias.

 “Desde todos los rincones del hemisferio sur esperamos el solsticio de invierno, el regreso del sol que espera los brotes, los colores y los renuevos del tiempo de la lluvia. Los Mapuche decimos: el sol retorna al ritmo del paso de un gallo cada día, tras la noche se aleja con el mismo tranco. Festejamos este nuevo comienzo, nos unimos al nuevo palpitar de la naturaleza que nos recuerda que somos parte de este todo, junto a los animales, a las plantas, a las aguas, a las piedras y a tanto más”, expresa Ange Valderrama Cayuman.

El brote de los vegetales, devenidos en comida y plantas medicinales, son vida por eso los Mapuche no se conciben sin su relación con la Madre Tierra.

El Inti Raymi, es una de las celebraciones más importantes de la cultura andina. Cada solsticio de invierno, que suele suceder entre el 20 y el 23 de junio, las Comunidades conmemoran el Inti Raymi, la Fiesta del sol.

El Año Nuevo Aymara, Willkakuti , cuyo significado es “el retorno del sol”, se celebra el 21 de junio de cada año, simboliza el retorno del sol y el nuevo ciclo agrícola.

El Inty Raymi es un símbolo de la gratitud de los Pueblos hacia la Pachamama. Le agradecen por la buena cosecha del año que se va, y piden por el que llega a través de danzas ancestrales, música, anécdotas y alimentos tradicionales.

Cuando el Tata Inti -el sol- comienza a asomar, se recibe la energía que renovará el espíritu con las manos en alto. Es un momento sublime de comunión con la naturaleza.

Esta relación de  los Pueblos Indígenas  con el  universo, tan directa con el sistema astral, es una clara demostración  de que no pueden ni deben ser  aislados de  sus territorios tradicionales y de lo imprescindible del cumplimiento  de  la  ley 26160, para que el artículo 75 inc. 17 de  nuestra    Constitución Nacional no sea solo palabras, es esta diversidad de  maneras de  entender la vida y la espiritualidad lo que nos fortalecerá como país.

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