Francisco Nazar recorrió la mayor parte del camino de su vida en el oeste formoseño, eligió convivir con los Pueblos Indígenas, acompañándolos, compartiendo y siendo parte de sus mismas luchas.
Durante su camino pastoral, no solo encarnó proyectos de desarrollo de las Comunidades, contribuyendo a mejorar sus vidas, sino que, en innumerables ocasiones denunció los constantes atropellos que sufren.