El odio, el racismo y la barbarie que instaló Sarmiento son una huella imborrable que todavía tiene consecuencias en las aulas y en la sociedad.

Esta impronta marca la educación argentina y, ante esto, el desafío de la nueva mirada y del reconocimiento de los derechos indígenas en la Constitución Nacional nos permite transitar caminos que aseguren la Educación Intercultural Bilingüe. En este proceso, docentes indígenas e idóneos desempeñan un rol fundamental, donde recuperan saberes ancestrales, transmiten las lenguas indígenas y fortalecen la identidad cultural en las aulas.
Su trabajo no solo enriquece la educación, sino que también repara la negación histórica y ofrece a las nuevas generaciones la posibilidad de reconocerse en una Argentina diversa y pluricultural.