El 21 de abril de 1904, en la localidad de San Javier, provincia de Santa Fe, tuvo lugar la Última Rebelión Mocoví. Este levantamiento fue la expresión de un Pueblo Indígena libre y soberano, pero luego marginado por el avance criollo y europeo, atravesando una profunda crisis territorial, política y espiritual. El despojo de sus tierras, la explotación como mano de obra barata y múltiples situaciones de injusticia, sumado a la fragmentación interna, los sumergió en un estado de desnutrición, enfermedad y desesperanza. Ante esta situación, la mayor parte del Pueblo Mocoví decidió reclamar sus derechos, guiada por los hermanos Juan y Andrés López que junto a líderes religiosos canalizaron el descontento colectivo.

Impulsados por la esperanza de recuperar el territorio ancestral, los mocovíes emprendieron un levantamiento con lanzas y boleadoras, avanzando hacia los centros de poder. Sin embargo fueron duramente reprimidos: hubo muertos, heridos y prisioneros.
Esta rebelión no fue un episodio aislado, sino el último eco de una larga historia de resistencia indígena en defensa de la tierra y la dignidad.
Hoy, el Pueblo Mocoví sigue de pie y vivo. Preexiste, existe, resiste y es parte del presente y de la historia de Santa Fe.