Juventud Indígena del NEA: raíces que se encuentran en la palabra, la cultura y espiritualidad compartidas

Se realizó el Encuentro de Jóvenes de los Pueblos Indígenas del NEA en el Barrio Qompi, Pozo del Tigre, Formosa.

La juventud indígena en el Nordeste argentino se reunió para compartir lo que no se olvida, la fuerza viva de la identidad y la palabra ancestral a través del diálogo multiétnico.

La actividad, propiciada por ENDEPA, se llevó adelante durante los días el 3, 4 y 5 de octubre; una experiencia que reunió a integrantes de los Pueblos Mbya Guaraní, Mocoví, Nivačle, Pilagá, Qom y Wichí desde las provincias de Chaco, Formosa, Misiones y Santa Fe. Acompañaron los Equipos Diocesanos de Pastoral Aborigen y el obispo de Formosa Monseñor José Vicente Conejero.

El encuentro permitió estrechar lazos para conocerse, dialogar sobre la realidad de las Comunidades y compartir un espacio dedicado a la cultura, a través del diálogo, la escucha, la música y el arte que cada Pueblo expresa como parte esencial de su identidad.

Durante las tres jornadas -desde el almuerzo del viernes hasta el mediodía del domingo- se desarrollaron actividades de intercambio y reflexión intercultural, centradas en la valoración personal, el fortalecimiento de la identidad, la preservación de las Lenguas Originarias, el llamado a no olvidar los hechos históricos, la lucha por el cumplimiento de los derechos y el arte como expresión de pertenencia.

Una forma muy genuina para que los jóvenes se conozcan entre sí, compartan su palabra y fortalezcan el orgullo de ser parte de los Pueblos Indígenas hoy. Cuenta Samuel Mariño del Pueblo Wichí en Ingeniero Juárez, “el encuentro fue muy enriquecedor, se trataron diferentes temas y problemáticas que atraviesan cada cultura y Pueblos en la región NEA. Tocamos temas muy sensibles como la Masacre de Rincón Bomba, donde invitamos a no perder la memoria sobre los hechos históricos y a defender nuestros derechos y la causa. Porque estos derechos nos corresponden por ser Preexistentes, estuvimos antes que las instituciones y los Estados”.

También hubo espacios dedicados al conocimiento situado, tomando como referencia la experiencia del Pueblo Pilagá, su proceso de sistematización de la lengua, los relatos y danzas tradicionales, y la historia viva de Rincón Bomba.

Se vivieron tres días intensos de actividades, recreación y espiritualidad, donde cada jornada estuvo atravesada por la reflexión sobre la preexistencia y los derechos de los Pueblos Indígenas, reafirmando el compromiso de las juventudes con el cuidado de sus culturas, territorios y modos de vida.

Los jóvenes son esperanza, ya que ellos serán los futuros líderes en sus Comunidades. Y en sus perspectivas apuestan a la capacitación, al desarrollo de sus culturas y a estos tan ricos intercambios, dándose mucha fuerza.

El Encuentro de Jóvenes del NEA se consolida como un espacio de diálogo, aprendizaje y fortalecimiento comunitario, donde la palabra, la música, el arte, y sobre todo mucha reflexión, se unen para reafirmar la continuidad de las raíces que los Pueblos Indígenas mantienen vivas desde tiempos ancestrales.

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