Australia: Pueblos Indígenas e Iglesia juntos para una acción ecológica

Para hacer frente a las desastrosas consecuencias de la crisis climática, la arquidiócesis de Brisbane, Australia, puso en marcha el proyecto llamado Laudato si’.  Es un plan de siete años para reducir la inversión en combustibles fósiles, adoptar estilos de vida sostenibles, promover la educación ecológica y reforzar las relaciones con los Indígenas e isleños del Estrecho de Torres.

Un proyecto inclusivo, atractivo y a largo plazo. Foto: Vatican News.

Brisbane, capital del Estado de Queensland, es la tercera ciudad más poblada de Australia cuenta con unos 2,5 millones de habitantes. Allí, entre la belleza del paisaje y las evidentes heridas al ambiente causadas por la negligencia humana, la explotación de la naturaleza y las consecuencias de la crisis climática, hay una pastoral activa, arraigada en el tejido social, fuertemente comprometida con la ecología integral expresada por el Papa en su encíclica, que está dando vida a un proyecto propio llamado Laudato si’, compartido también en la Plataforma de Acción establecida por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral (https://laudatosiactionplatform.org).

“En los últimos años, la verdad expresada por el Papa en este texto se ha convertido en una dolorosa evidencia para todos nosotros. Los incendios forestales y las inundaciones han devastado el sureste de Queensland y otras partes del país. Ya no podemos quedarnos de brazos cruzados, nos enfrentamos a transformaciones y acontecimientos que impactan demasiado al planeta. Creo que este proyecto nos ayudará a todos a cambiar la forma de ver el mundo que nos rodea y la forma en que nos comportamos, porque cada uno de nosotros tiene responsabilidades”, dijo el Arzobispo de Brisbane, Mark Coleridge.

Acciones concretas y sinodalidad

El Proyecto Laudato si’, de siete años de duración, pretende alcanzar los objetivos enumerados en la encíclica en tres etapas fundamentales: la investigación y el estudio de acciones específicas y dirigidas, la implicación de las personas y los grupos llamados a llevar a cabo la acción, y el desarrollo y la ejecución de la propia acción. Concretamente, en respuesta al clamor de la tierra y de los pobres, la arquidiócesis desarrollará un plan de transporte público para reducir el consumo de combustibles fósiles; fomentará el uso de vehículos respetuosos con el ambiente, de la bicicleta y de los desplazamientos a pie entre sus empleados y los católicos siempre que sea posible; y tratará de minimizar la contaminación por dióxido de carbono de los viajes en avión. El responsable de la aplicación práctica será el Foro Ejecutivo, que supervisará todos los trabajos y también velará por el cumplimiento de los plazos, cuya fecha límite, al menos para estos objetivos, está fijada en tres años, en 2025.

La reconciliación instrumento para la conversión ecológica

Este proyecto implica, y debe implicar, a toda la población, fundamentalmente la Indígena. De hecho, los expertos y sabios de las Primeras Naciones deberán reunir a los Pueblos Originarios, a los ancianos de las islas del Estrecho de Torres y también a las Comunidades Indígenas del sureste de Queensland para formar círculos de escucha y aprendizaje que ayuden a los católicos a comprender mejor la cultura y la espiritualidad de estos Pueblos, su relación con la tierra, el impacto ecológico, social y cultural debido a la pérdida de tierras por la urbanización o el cultivo intensivo, y todas las acciones recomendadas por los Pueblos Indígenas para sanar la tierra y sus habitantes de tantas heridas y abusos.

Como invocó e hizo el Papa Francisco en su reciente viaje a Canadá, este proyecto se centra en que, sin sanación, sin reconciliación, sin reconocimiento mutuo, sin conciencia del daño causado, no puede haber futuro ni siquiera para el planeta. Los círculos funcionarán durante los siete años de duración del Proyecto y los líderes serán consejeros de las Primeras Naciones y empleados de la arquidiócesis apoyados por el Foro Ejecutivo.

Alcanzar los objetivos de la Laudato si’

“Los isleños del Estrecho de Torres y los Pueblos del Pacífico piden que se tomen medidas urgentes para protegerlos de las consecuencias de la crisis climática, incluida la amenaza perenne de que sus casas, jardines y cementerios se inunden y sean destruidos por la furia del agua”, mencionó el arzobispo Coleridge, y añadió que las Primeras Naciones son los sujetos de muchas de las acciones asociadas al Proyecto, pero también serán valiosos socios en la implementación de esta acción ecológica radical, dada su sabiduría inmemorial, su conocimiento y su capacidad para cuidar la tierra, así como su amor por la misma. Otras medidas del proyecto, explicó el prelado, incluyen “la reducción de residuos, el reciclaje, la reutilización y la reparación siempre que sea posible, así como una evaluación de las inversiones de la arquidiócesis para reducir la dependencia de las inversiones en combustibles fósiles”. El actual Proyecto 2022-2023 abarca intervenciones a gran escala, pero cada año la Arquidiócesis de Brisbane desarrollará y ajustará el plan para responder a los siete objetivos de Laudato si’ y a las peticiones del Papa y así volver a disfrutar de las maravillas que ofrece la biodiversidad.

Con Vatican News.

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