Honduras

No se puede resolver la problemática ambiental del Río Plátano sin tomar en cuenta a los Pueblos Indígenas

“El tiempo para proteger la Biosfera del Río Plátano está pasando en planificación sin que nada se concrete”, denunció el presidente de la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras (Conpah), Donaldo Allen, quien además señaló que “envían a planificar a funcionarios que no tienen poder de toma de decisión”. Estas declaraciones se enmarcan en los graves daños ambientales que existen en la zona, declarada patrimonio de la humanidad, a raíz de la construcción de caminos ilegales, pistas de aterrizaje y otros.

Vista aérea de la Reserva de la Biosfera del Río Plátano. Foto: Panthera.

La Biosfera del Río Plátano abarca alrededor de 10.000 kilómetros cuadrados distribuidos en los departamentos de Colón, Olancho y Gracias a Dios, regiones que también son utilizadas, desde hace muchos años, por narcotraficantes para el envío de cargamentos de droga, principalmente cocaína, procedente de América del Sur, hacia Estados Unidos.

Allen, indígena Misquito de la Biosfera del Río Plátano, también remarcó que “existe una dinámica de querer resolver los problemas ambientales de los Pueblos viviendo en Tegucigalpa, sin trasladarse a los territorios, sin consultar, cuando debería ser una planificación que se fije en el bienestar de las futuras generaciones, despojándose de la avaricia”.

 “Veo muchos jóvenes en este nuevo gobierno, significa que tenemos que sentarnos y ponernos de acuerdo y que los Pueblos verdaderamente sean parte de esa planificación histórica”, planteó el líder durante su intervención en el Foro Nacional por la Adhesión al Acuerdo de Escazú.

Allen denunció que “existe un fuerte componente de divisionismo entre los hondureños, mientras cada Secretaría del Estado agarra para el lado contrario de la otra, una división que ha sido causada por intereses que tiene como objetivo derrotar desde un inicio cualquier labor de conservación que se intente hacer en la zona”.

“Mientras nosotros estamos peleando, mientras están planificando qué hacer, la Biósfera se está terminando. Lo lamento porque mi juventud y las canas que tengo, se han ido en ese esfuerzo”, compartió Allen en el evento organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El líder Misquito subrayó que “ya pasó el tiempo del discurso y llegó el momento de llevar a la realidad las acciones de conservación. A los diputados presentes del Congreso Nacional digo que los Pueblos están listos para recibir a los diputados del Congreso Nacional y compartir el conocimiento ancestral que tienen”, el problema, señaló, es que “muchas veces, tratan de representarnos sin entender el trasfondo, ¿Cómo piensan nuestros Pueblos?”.

“Los funcionarios se van a conferencias como las de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en representación de los Pueblos Indígenas sin entender el trasfondo, sin saber cómo piensan los Pueblos, sin planificar y sin consensuar con los Pueblos”, explicó.

Planteó que cada Secretaría e institución debe tener al menos un delegado de los Pueblos Indígenas “para que representen la cosmovisión de las Naciones Originarias”.

“Pero si es alguien, discúlpenme tegucigalpenses no estoy en contra [de ustedes], pero cuando ponen de director o de ministro [a alguien] que tiene que ver el tema de una carretera como la que mencionó [el representante del Pueblo Tawahka] Inés, no saben ni las coordenadas por donde está, entonces, es difícil. No estoy diciendo que no pueda aprender, pero es difícil dar una opinión correcta, inmediata. Me parece que se debe tomar en consideración”, dijo Allen. También manifestó que ya no se siente seguro hablando sobre la conservación ambiental en la Biosfera del Río Plátano puesto que está amenazado y que sus presentaciones y discursos están siendo monitoreados.

Allen señaló que el Estado de Honduras tiene compromisos adquiridos mediante el Tratado Cruz Wyke, suscrito entre Gran Bretaña y Honduras en 1859 y ratificado en 1860, a través del cual el gobierno británico entregó el territorio de La Mosquitia al Estado de Honduras bajo una serie de condicionantes, entre las que se incluyen respetar el territorio, posesión de bienes y tierra, así como educar y mejorar la condición social de los Misquitos, entre otros, que siguen sin cumplirse.

El Acuerdo de Escazú insta al debido proceso, a la creación de tribunales de justicia ambiental, a la reparación de daños causados al Estado y personas, por acciones presentes y futuras, entre otras.

De acuerdo a datos proporcionados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, a la fecha se registran 24 Estados que han firmado el Acuerdo de Escazú en América Latina, faltando aún Cuba, El Salvador, Venezuela y Honduras.

Los Pueblos Indígenas son clave en estos procesos, son quienes más cuidan y entienden la naturaleza. Sus voces son imprescindibles para la resolución de los problemas ambientales antes de que sean irreversibles.

Con Resumen Latinoamericano y Criterio.

Scroll al inicio