El 21 de marzo se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, jornada establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para erradicar el racismo y recordar que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Conmemora la tragedia ocurrida en 1960, en la ciudad de Sharpeville, Sudáfrica, cuando la policía abrió fuego matando a personas que se manifestaban pacíficamente en contra del apartheid, que separaba, clasificaba y jerarquizaba a la población sudafricana en grupos raciales.
Es una fecha en la que la ONU llama a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para desterrar todas las formas de discriminación racial y los peligros que implica.
La discriminación y la injusticia que viven los Pueblos Indígenas requieren, de modo apremiante, políticas públicas que reviertan esta situación para que sus derechos sean respetados.
Así podrán mantener la vasta riqueza propia de sus identidades: cultura y formas de vida, espiritualidad, sistemas de conocimientos, lenguas, formas únicas de relacionarse con el entorno y tantas más.
