A 108 años del inicio del genocidio sufrido por el Pueblo armenio, se conmemora el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos. Se recuerda la noche del 23 y la madrugada del 24 de abril de 1915, en que las autoridades turcas expulsaron de sus hogares y deportaron a religiosos, intelectuales, profesionales y ciudadanos armenios para ser asesinados. Aproximadamente un millón de personas fueron exterminadas.
En una época en que la discriminación es cada vez más visible en todo el mundo, es fundamental promover la tolerancia. Es un valor básico para la convivencia armónica y pacífica entre personas de diferentes culturas, credos, etnias, y modos de vida. No solo significa aceptar la diversidad de opiniones, sino reconocer y respetar tanto la individualidad como las diferencias, que no deberían ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos.
Como sostiene la ONU, la tolerancia implica admitir que los seres humanos -y por lo tanto los pueblos- naturalmente diversos en su apariencia, situación, habla, comportamiento y valores, tienen derecho a vivir en paz y a ser como son. También que los puntos de vista de uno no deben imponerse a los demás.
Es esencial para la armonía internacional que los individuos, las comunidades y las naciones acepten y respeten el carácter multicultural de la familia humana. Todos los individuos y grupos tienen derecho a ser diferentes.
Es una fecha que nos lleva a reflexionar sobre el valor de la riqueza cultural de los Pueblos Indígenas, así como la necesidad de respetar sus derechos.