La medida fue confirmada por la Municipalidad de Neuquén en acuerdo con la Confederación Mapuche. Con esta decisión el complejo “Lagunas Sanitarias” deberá realizarse en otro lugar.
Las Comunidades en la Meseta neuquina habían denunciado una grave contaminación a cielo abierto, que atentaba contra la salud y el bienestar del entorno.
Las Comunidades Puel Pvjv y Newen Mapu llevaron adelante una protesta pacífica contra la instalación de esta laguna, adyacente a su Territorio Comunitario, obra que nunca debió proyectarse en ese lugar.
El 22 de julio hubo un encuentro entre Comunidades Mapuchey autoridades municipales, tras el mismo se resolvió la relocalización de la obra.
El compromiso fue firmado por Jorge Nawel, representante de la Confederación Mapuche de Neuquén y Juan Hurtado, secretario de gobierno de la Municipalidad. “Por medio de la presente la Municipalidad se compromete a arbitrar en forma inmediata los mecanismos administrativos pertinentes a los fines de llevar adelante la paralización perentoria de la obra denominada “Lagunas Sanitarias del Complejo Ambiental” que fuera adjudicada mediante Decreto N° 183/22, adoptando a la mayor brevedad posible los recaudos legales indispensables para la radicación de la misma en otro sector dentro del ejido municipal de la ciudad de Neuquén”, señala el documento.
Desde la Confederación Mapuche expresaron “celebramos la decisión de la Municipalidad de Neuquén que volvió atrás la desacertada ubicación de la Pileta de Oxidación instalada en el patio del Lof PuelPvjv. Queda ahora pensar la solución más inmediata, abordar una solución integral al tema ambiental en lo que está destinado a ser la instalación de la nueva ciudad de Neuquén” y agregaron, “eso implica un enorme impacto que requiere una planificación donde lo ambiental sea el centro de la acción pública municipal y desde una política participativa de los diversos sectores de la sociedad que hará que se eviten este tipo de conflictos”.
Una determinación que requirió de luchas
“Manifestamos nuestra preocupación y ponemos en alerta a los vecinos y vecinas ante el avance de la obra y expresamos que no permitiremos que se avasallen nuestros derechos y se ponga en peligro la salud de la numerosa población que habita en la Meseta”, habían indicado desde las Comunidades en sus reclamos y bloqueo pacífico a las obras.
La Pastoral Social del Obispado de Neuquén también respaldó los reclamos de las Lof. En un comunicado señalaron los perjuicios que ocasionaría la continuidad de las obras como “la afectación a la salud de las personas (síntomas por exposición, sistema respiratorio, cáncer, entre otros) y de los animales, así como del medio ambiente; el vertedero de líquidos en calidades y cantidades excesivas sin tratamiento adecuado, siendo que estas ‘aguas negras’ son ante todo peligrosas para la salud y el medio ambiente”.
El Vicario del Obispo, Diego Canales, junto al equipo de Pastoral Social del Obispado de Neuquén, habían visitado, a mediados de julio, la zona afectada por el repositorio cloacal que se pretendía construir pegado a los Territorios Comunitarios.
Se pretendía avanzar con una obra de gran magnitud sin haberse realizado la consulta libre, previa e informada como estipulan las leyes, nacionales e internacionales, que reconocen los derechos Indígenas, pero gracias a la perseverancia y la firmeza de las Comunidades se pudo preservar un ambiente saludable en una zona clave para su desarrollo.