A menos de un día de haberse declarado al Volcán Lanín como “Sitio Natural Sagrado” del Pueblo Mapuche, Parques Nacionales retrotrajo la medida
El 3 de agosto, el Directorio de la Administración de Parques Nacionales (APN) generó un acto de enorme trascendencia y justicia histórica al aprobar la Resolución N° 484-2022 por la cual el Volcán Lanín (PIjan Mawiza Lanvn) era asumido como lo que siempre fue: Sitio Sagrado del Pueblo Mapuche. Lamentablemente la fragilidad política del Estado y en particular la del Ministerio de Ambiente, hizo que -por presiones de la provincia de Neuquén- se sea incapaz de sostener una decisión política que había sido totalmente acertada y reparadora. No se ha escuchado hasta el momento la opinión del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.
Se retrocedió una decisión trascendental para la identidad y cosmovisión Mapuche, como es la declaración de un sitio que resguarda un espacio tan frágil y castigado por el sistema extractivista.
Dieciséis años atrás, un conjunto de autoridades políticas y filosóficas del Pueblo Mapuche (logko, pijan kuse, gempiñ, kalfv malen, kajfv wenxu, werken, pu kona), bajo la orientación política de la Confederación Mapuche de Neuquén, decidió retomar el camino de regreso al Lanín al comprobar que ese sitio que los cobijó en las mayores ceremonias realizadas, estaba sufriendo un grave deterioro a causa de la sobreexplotación.
“El Pijan que supo unir al conjunto de todas las vidas que lo rodearon y sostuvieron, veía que el mapuche había abandonado la práctica de gejipunzugu y los mapuche escuchamos su llamado”, indicaron desde la Confederación.
Se había conformado el “Círculo de Autoridades Filosóficas del Pijañ Mawiza (Volcán Lanin)”, y comenzó desde ese momento un proceso de movilización cultural que llegó al punto que se propusieron: crear un resguardo y proteger la integridad biocultural de este sitio fundamental para el equilibrio socio-ecológico-cultural. Esto era necesario debatirlo con la Administración de Parques Nacionales (APN).
La figura que se acordó para crear este resguardo es el de “Lanín, Sitio Sagrado Mapuce”. Los sitios sagrados se definen como “áreas de tierra o agua que tienen un significado espiritual especial para los Pueblos y Comunidades Indígenas”, según las Directrices para Administradores de Áreas Protegidas sobre “Sitios Naturales Sagrados” de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estos sitios sagrados incluyen principalmente áreas naturales, pero también áreas construidas por los seres humanos o monumentos.
“Los valores del Pijañ Mawiza se relacionan con nuestra forma de vida, de quienes convivimos desde siempre con él y el ecosistema que alimenta. Está unido a la identidad nacional mapuce y es necesario para importantes propósitos ceremoniales y religiosos. Si bien, el Pijañ Mawiza está incorporado al Parque Lanín donde los esfuerzos para conservar la biodiversidad ha priorizado la conservación como propósito fundamental, para los mapuche el Pijañ Mawiza incluye valores espirituales, culturales, de identidad, educacionales, de paz y terapéuticos”, indicaron desde la Confederación.
Lamentablemente, apenas duró veinticuatro horas la resolución. La Administración de Parques Nacionales comunicó el viernes 4 que dejó “sin efecto” la resolución 438 establecida el jueves 3. Asimismo, anunció que convocará “en los próximos días al directorio del organismo con el fin de conformar una mesa de diálogo participativo junto a provincia del Neuquén y las Comunidades Originarias”.
El gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez, fue el principal opositor a la decisión de la APN, y poco tiempo después de enterarse de la derogada resolución aseguró que iniciaría “las acciones administrativas y legales correspondientes” ya que consideraba que “se trata de un acto ilegítimo porque el volcán es de todos los neuquinos y neuquinas”.
La decisión que tomó la Administración de Parques Nacionales determinaba que debía crearse un mecanismo de trabajo conjunto con el Pueblo Mapuche para la elaboración de un Plan de Manejo del Sitio Natural Sagrado Volcán Lanín-Pijan Mawiza.
De acuerdo con la resolución, el plan de manejo conjunto debería definirse junto al Pueblo Mapuche en cuanto a los criterios de uso y zonificación, las modalidades de manejo intercultural del sitio y la asignación de los recursos necesarios para su cumplimiento.
Además, indicaba que parte de la política de la APN era reconocer “los lugares sagrados como un valor de conservación para las Comunidades y para el área protegida, y en especial al Volcán Lanín como uno de ellos”.
Desde la Confederación Mapuche de Neuquén lamentaron la fragilidad política al tiempo que exhortan “al Gobierno de la Provincia, al Gobernador Omar Gutiérrez, a intentar conocer la propuesta de Lanín Sitio Sagrado para el Pueblo Mapuce y animarse a involucrarse en el ordenamiento y proyección de una administración intercultural del Volcán que no solo es símbolo de la Provincia, sino que también representa un elemento regulador de vida, del cual todos somos parte”.
Al mismo tiempo repudian “la mediática exposición del tema por parte de sectores que lo único que pretenden es la negación de nuestros derechos, la explotación irracional de la naturaleza y la constante manipulación de la información para alimentar odio racial hacia nuestro Pueblo y cultura”.
“Es urgente que tanto Nación como Provincia dejen de utilizar los derechos del Pueblo Mapuche como moneda de cambio y se decidan a salir de la ilegalidad de no cumplir con un marco normativo y constitucional al que están obligados a respetar. De allí ya no retrocedemos, porque es una vergüenza como se suceden los gobiernos y administraciones y siguen acumulando deudas con el Pueblo Mapuche”, aseguraron.
Es ya indiscutido que la conducta humana está teniendo efectos dramáticamente negativos sobre la diversidad de vidas del Planeta. Al mismo tiempo, las lenguas, sistemas de creencias, los valores tradicionales, la rica diversidad cultural, está en serio peligro. De ahí la trascendencia de este paso que había dado Parques Nacionales, que conformaba una base poderosa para una relación de reconocimiento mutuo basado en el respeto de los derechos a los principios Mapuche y un profundo cuidado de la naturaleza, tan amenazada por el sistema actual.